Contaminación interior: ¿Qué es y cómo protegerse?

Contaminación en interiores: aún demasiado poco conocida

Cuando pensamos en la contaminación del aire, a menudo apuntamos al exterior. Naturalmente pensamos en los gases de los tubos de escape de nuestros coches o en el polen de los árboles y las plantas.

Pero en realidad, es en el interior, donde pasamos la mayor parte de nuestro tiempo, donde el aire es menos respirable. Aunque menos publicitada, la contaminación interior es más peligrosa y todavía es demasiado desconocida.

En este artículo, explicamos qué es la contaminación interior, cuáles son sus causas y consecuencias para la salud, así como las acciones que puedes implementar para reducir la contaminación interior en los lugares que frecuentas.

Contaminación interior: Definición.

La contaminación interior abarca todas las partículas susceptibles de degradar la calidad del aire interior. Hoy en día, aunque la mayoría de las personas encuestadas creen que la calidad del aire de sus hogares y lugares de trabajo es buena, la realidad es bastante diferente.

De hecho, dependiendo de varias variables, el aire interior puede ser de 5 a 10 veces más contaminado que el aire exterior. Esta cifra es particularmente problemática considerando que, en promedio, pasamos el 80% de nuestro tiempo en interiores, exponiéndonos a aire contaminado.

Las diferentes fuentes de contaminación interior.

La pregunta es por qué el aire interior está tan contaminado. ¿Cuáles son las fuentes de esta contaminación interior?

Se pueden identificar varias fuentes:

• Actividades humanas: Fumar, limpiar, cocinar, fragancias interiores, uso de velas e incienso, etc.
• Ocupación de espacios: Ya sea por la presencia de animales (gatos, perros, por ejemplo) o ciertas plantas que pueden ser respectivamente fuentes de alérgenos y pesticidas.
• Materiales de construcción: Pinturas, barnices, alfombras pueden emitir partículas que se dispersan en el aire y causan contaminación interior.
• Mobiliario y decoraciones: Muebles, ventilación mal ajustada o mal mantenida, calderas y estufas, etc.
• Garajes y aparcamientos ubicados en el sótano de condominios: Los coches que entran emiten gases de escape que pueden filtrarse en las viviendas.
• Partículas del aire exterior, especialmente para viviendas y oficinas situadas cerca de vías con tráfico intenso.

En total, todos estos elementos pueden emitir hasta 900 sustancias químicas en nuestros hogares y espacios de trabajo, que son fuentes de partículas finas y causan contaminación interior.

Existen tres tipos de partículas finas.

Primero, las PM10, que son de 6 a 8 veces más finas que un cabello humano. En el aire interior, generalmente son esporas de moho y residuos de la calefacción por combustibles fósiles.

Las PM2.5, que corresponden al humo del tabaco, partículas de la cocina o la combustión de velas y el uso de incienso. A diferencia de las PM10, las PM2.5 penetran más profundamente en el tracto respiratorio y llegan hasta los alvéolos pulmonares.

Las PM1, que son las partículas finas más pequeñas y, por lo tanto, las más peligrosas para la salud. Lee nuestro artículo dedicado a las PM1 para saber más.

Efectos de la contaminación interior sobre la salud.

Debido a la exposición prolongada, la contaminación interior puede causar efectos perjudiciales para la salud.

Por ejemplo, podemos mencionar:

• Irritación de ojos, nariz y garganta, tos y dolores de cabeza.
• Alergias y asma.
• Riesgos cardiovasculares.
• Enfermedades pulmonares.
• Reducción del rendimiento cognitivo y de la concentración.
• Etc.

Para evitar sufrir todos estos efectos, es necesario reducir la contaminación interior de los espacios donde pasas tiempo.

Soluciones para reducir la contaminación en interiores.

Existen varias soluciones que puedes considerar.

Primero, acostúmbrate a ventilar regularmente los espacios que ocupas. Si vives cerca de una carretera con mucho tráfico, hazlo preferiblemente antes de las 9 a.m. y después de las 8 p.m., para evitar las horas pico. También recuerda abrir las ventanas cuando cocinas, o al menos activar tu campana extractora para evitar que las partículas resultantes de la cocción se dispersen en el aire y aumenten la contaminación interior.

Además de ventilar, también puedes disminuir las fuentes de contaminación interior. Por ejemplo, evitando usar incienso y no encendiendo velas.

Finalmente, otra opción es equiparte con un sistema de filtración de aire para capturar las partículas finas y disfrutar de una buena calidad de aire interior.

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