Norma ISO 16890 para evaluar la eficacia de los filtros de aire.

Una norma de ensayo internacional

La norma ISO 16890 es una norma internacional de prueba para los filtros de aire. Permite categorizarlos en varias clases según su eficacia de filtración.

La norma ISO 16890 se implementó a partir del 1 de julio de 2018 para reemplazar la norma EN 779. Esta transición marcó un punto de inflexión importante en la evaluación de la eficacia proporcionada por los filtros de aire para alinearse con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la calidad del aire.

Hoy en día, esta norma ISO 16890 permite establecer una conexión directa entre:

• Nuestros sistemas de filtración,
• La calidad del aire ambiente (interior y exterior),
• Nuestra salud.

Las partículas finas PM1, PM2,5 y PM10 en el punto de mira

Alineándose con las recomendaciones de la OMS sobre la calidad del aire, la norma ISO 16890 tiene como objetivo informar mejor a las personas sobre la protección contra las partículas finas y la calidad del aire que respiran.

A diferencia de la norma EN 779, que utilizaba partículas de 0,4 micrones para medir la eficacia de los filtros y clasificarlos en categorías de M5 a F9, la norma ISO 16890 se centra en la eficacia de la filtración para diferentes tamaños de partículas finas:

• PM1 (partículas con un diámetro igual o inferior a 1 micrón, llamadas “partículas ultrafinas” o “nanopartículas”, representan el mayor riesgo para la salud ya que pueden atravesar la barrera alveolo-capilar, penetrar directamente en los pulmones a través del torrente sanguíneo y luego propagarse a los órganos, incluyendo el cerebro),
• PM2.5 (partículas con un diámetro inferior a 2,5 micrones, provenientes de actividades contaminantes como motores diésel, hollín, partículas resultantes de la conversión química de gases contaminantes en nitratos y sulfatos),
• PM10 (partículas con un diámetro inferior a 10 micrones, provenientes del tráfico vehicular, desgaste de carreteras y formadas por combustión).

Además, es importante señalar que el ámbito de aplicación de la norma ISO 16890 se centra en los filtros utilizados en sistemas de ventilación general, para los cuales puede confiar en Deltrian para instalaciones o mantenimiento.

ISO 16890: Cuatro categorías de filtros de aire

La norma ISO 16890 divide los filtros de aire en cuatro grupos:

• ISO ePM1
• ISO ePM2.5
• ISO ePM10
• ISO Grueso

Para ser clasificado en una de estas categorías, un filtro debe tener una eficacia mínima del 50% contra el tamaño de partícula objetivo. Por ejemplo, un filtro que retiene más del 50% de las partículas PM1 se clasificará como filtro ISO ePM1.

Luego, el rendimiento de este filtro se afinará con una precisión del 5%. Por ejemplo, los filtros que son eficaces al 66% para las partículas PM1 se evaluarán como ISO ePM1 65%.

Por el contrario, si un filtro retiene menos del 50% de las partículas PM10, se categorizará en la clase ISO Grueso.

Naturalmente, cuanto más eficiente sea un filtro contra las PM1, mejor será la calidad del aire que respiramos.

Desde Deltrian, ofrecemos una amplia gama de filtros de aire, categorizados en cada una de estas clases de eficacia, para satisfacer todas sus necesidades.

El filtro RPV ES

El filtro Deltrian RPV ES – Clasificado como ePM1 60% ISO 16890

Este filtro retiene más del 50% de las partículas PM1 y, por lo tanto, se clasifica como ePM1. La eficacia real se redondea al 60% de filtración. La eficacia de filtración es, por lo tanto, ePM1 60%.

El filtro NW ES

El filtro Deltrian NW ES – Clasificado como ePM1 70% ISO 16890

Este filtro retiene más del 50% de las partículas PM1. En consecuencia, se clasifica como ePM1. La eficacia real se redondea al 70% de filtración. La eficacia de filtración es, por lo tanto, ePM1 70%.

Deltrian puede ofrecerle diferentes tipos de filtros según sus necesidades y la calidad del aire deseada.

Sin embargo, ¿cuál es la diferencia entre la ISO 16890 y la norma anterior, EN 779? La norma ISO 16890 cubre un rango más amplio de partículas, desde 0,3 hasta 10 micrones, para determinar las diferentes eficacias en términos de clases PM10, PM2.5 y PM1.

Anteriormente, la norma EN 779 utilizaba partículas de 0,4 micrones para medir la eficacia de los filtros, lo que permitía una categorización menos precisa y no proporcionaba una indicación lo suficientemente detallada sobre la calidad del aire.

ISO 16890: ¿Cuáles son las ventajas?

Esta norma, introducida en 2018, aporta importantes mejoras:

• Es reconocida a nivel internacional.
• Proporciona información precisa a los usuarios sobre su protección contra partículas finas.
• Utiliza un rango más amplio de tamaños de partículas (de 0,3 micrones a 10 micrones) para definir la eficacia de un filtro de aire.
• Evalúa los filtros en función de los tamaños de partículas PM1, PM2.5 y PM10.
• Evalúa la eficacia de los medios sintéticos con una descarga de electricidad estática más rigurosa.
• Permite a los clientes elegir filtros en función de la calidad del aire que desean respirar.